Como premisas fundamentales consideramos importante recuperar el valor del arco como marco de acceso al edificio proyectados por el arquitecto Mario Palanti en 1923, y mantener la transparencia del pasaje. Rescatamos la idea de que el arco es el elemento de delimita el espacio y da continuidad al Pasaje. Para lograr esto, se propuso demoler la intervención que se había realizado en 1940, restaurar el arco original, y colocar un único paño de vidrio que ocupa todo el vacío generado por el arco.
La intervención es mínima, la estructura es lo único que se adhiere al edificio. Solo se interviene en lugares puntuales que es donde ésta necesita sujetarse. El vidrio está separado unos 5 centímetros de la arcada, por lo tanto no se altera su fachada, factor que consideramos importante para un edificio histórico. De esta forma, el arco enmarca el espacio, la intervención busca no alterar este concepto y utilizar los materiales ya existentes en el proyecto. La decisión de no colocar un marco de carpintería refuerza esta idea. El cerramiento es usado como transparencia, no como una puerta.









