Buscamos una construcción donde la presencia humana se manifieste por la abstracción geométrica que, al contraponerse con el paisaje circundante, subraya lo marcadamente natural. Esta relación de opuestos se extiende a toda la realización de la obra.
La casa está dividida en volúmenes que se conectan a través de espacios expuestos al paisaje. Así, el acceso a cualquiera de los módulos implica entrar-salir a la casa y al paisaje. Exponerse al paisaje y refugiarse en la casa. Ser parte del paisaje y observarlo enmarcado en la ventana. Procuramos generar a través de la división de la casa en volúmenes, una sensación de cobijo. Espacios más pequeños permiten ser apropiados con mayor facilidad. La separación entre cada uno de los espacios hace que puedan ser habitados de forma independiente.













